lunes, 3 de noviembre de 2014

Indicador de desempeño 4.4

1. ¿En qué consiste el ciclo de vida de los productos tecnológicos?
Los productos tecnológicos, al igual que todos los seres vivos, están sujetos a una multitud de cambios a lo largo de su existencia. Las tensiones y dificultades que acompañan a esos cambios producen ciertos patrones de comportamiento característicos, llamados fases. Como regla general, un producto pasa por diferentes fases (introducción, crecimiento, madurez, declive y muerte) en un esfuerzo por mantenerse en el mercado, fenómeno parecido al del ciclo de vida biológico. En síntesis, la vida de un producto se puede entender como una sucesión de fases o etapas, que van desde su lanzamiento en el mercado (nacimiento) hasta su retirada (muerte), en las que este muestra distintos comportamientos, entre ellos, el volumen de ventas. En la fase de introducción (lanzamiento al mercado) el producto comienza a venderse, aunque con un nivel de ventas bajo. Si sobrevive a esta fase, el producto ingresa a la fase de crecimiento, donde las ventas crecen sustancialmente a medida que este va siendo más conocido y aumenta la demanda. Sin embargo, esta ventaja alberga en sí misma su propia destrucción, ya que atrae a la competencia y las empresas deben realizar mayores esfuerzos para mantener el ritmo de crecimiento de las ventas. A esta fase le sigue la de madurez, que dura más tiempo que las anteriores y en la cual se alcanza el nivel máximo de ventas. Las empresas desearían que su producto siguiera vendiéndose por siempre, pero en algún momento, las ventas comienzan su declive, ya sea porque aparece un producto mejor o más barato, desaparece la necesidad o no le interesa más a la gente. Finalmente, el producto es retirado del mercado cuando las ventas no dejan los beneficios esperados. No está demás decir que el ciclo de vida no es igual para todos los productos tecnológicos. Mientras algunos de ellos no superan la fase de introducción, como fue el caso del Aerocar argentino, el auto que no pudo ser, otros se saltean etapas o se mantienen durante mucho tiempo en la fase de madurez (como aquellos productos que satisfacen necesidades básicas) o en la fase de declinación, retardando su muerte. En consecuencia, el ciclo de vida permite entender, desde un punto de vista teórico, la evolución de los productos tecnológicos; desde un punto de vista práctico, operar o influir sobre dicha evolución para que la muerte no se convierta en una profecía auto cumplida. 
Desde la perspectiva de un laico, la madurez tecnológica se puede dividir en cinco fases distintas.
1. Sangrado borde - cualquier otra tecnología que muestra un alto potencial, pero no ha demostrado su valor o se establecieron en cualquier tipo de consenso. Los primeros en adoptar pueden ganar a lo grande, o puede ser pegado con un elefante blanco.
2. Borde de ataque - una tecnología que ha demostrado su valía en el mercado, pero todavía es bastante nuevo que puede ser difícil encontrar personal capacitado para aplicar o apoyar la misma.
3. Estado de la técnica - cuando todo el mundo está de acuerdo en que una tecnología particular es la solución correcta.
4. Fecha - siendo útil, a veces todavía en práctica, sino una sustitución de tecnología de punta está fácilmente disponible.
5. Obsoletos - ha sido reemplazado por el estado de la tecnología de última generación, mantiene pero ya no en práctica.













1.       ¿Cómo se evalúan la prolongación de la vida útil en los productos tecnológicos?
A través del  Análisis del Ciclo de Vida (ACV) que  es un proceso para evaluar, de la forma más objetiva posible, «las cargas ambientales asociadas a un producto, proceso o actividad identificando y cuantificando el uso de materia y energía y los vertidos al entorno; para determinar el impacto que ese uso de recursos y esos vertidos producen en el medio ambiente, y para evaluar y llevar a la práctica estrategias de mejora ambiental y también es una metodología empleada en el estudio del ciclo de vida de un producto y de su proceso de producción. El estudio incluye el ciclo completo del producto, proceso o actividad, teniendo en cuenta las etapas de: extracción y procesado de materias primas; producción, transporte y distribución; uso, reutilización y mantenimiento; y reciclado y disposición del residuo.» De esta forma un ACV completo permite atribuir a los productos «todos los efectos ambientales derivados del consumo de materias primas y de energías necesarias para su manufactura, las emisiones y residuos generados en el proceso de producción así como los efectos ambientales procedentes del fin de vida del producto cuando este se consume o no se puede utilizar. El ACV consiste por tanto en un tipo de contabilidad ambiental en la que se cargan a los productos los efectos ambientales adversos, debidamente cuantificados, generados a lo largo de su ciclo de vida.

1.       ¿Qué consecuencias puede tener la prolongación de los ciclos de vida de los artefactos tecnológicos?

·         Mayor consumo de energía



















·         Emisión de gases tóxicos













Deterioro en el artefacto

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